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En 1584 comenzó la construcción de este edificio en lo que era entonces el arrabal de la villa, fuera de la zona amurallada. Los trabajos se dilatan a lo largo del s. XVII. La parte más relevante del convento es su imponente claustro barroco, compuesto bellas columnas toscanas de sillería unidas por arcos de medio punto. Al centro se sitúa un pequeño jardín con fuente donde, a escasos metros del ajetreo de la calle, reinan una paz y un silencio reconfortantes. El convento fue casa de noviciado durante diferentes periodos de su historia. Conserva, asimismo, una importante biblioteca monástica.
Esta plaza, Inaugurada en 1910, fue una construcción emblemática, que contaba con un aforo (9.421 plazas) superior a la población que tenía Caudete en su momento. De su corrida inaugural se hicieron eco los más importantes periódicos del país. Promotor de este artístico legado fue Francisco Albalat Navajas, Conde de San Carlos, un personaje cosmopolita y adelantado a su tiempo.
Fabricada en muro de mampostería y ladrillo macizo, la plaza está decorada por más de doscientos arcos de herradura y su portada queda enmarcada por bellos bajorrelieves en piedra con motivos taurinos.
Está considerada como uno de los más bellos ejemplos de arquitectura neomudéjar en la provincia de Albacete.
Templo barroco dedicado a la Patrona de Caudete y construido entre 1741 y 1758 sobre otro anterior. En las capillas laterales destacan seis grandes oleos sobre tabla con escenas alusivas a la vida de la Virgen (1960-61), obra del reconocido pintor José Perezgil. Una de las joyas del santuario es el pavimento cerámico del camarín, una pieza sublime de azulejería barroca valenciana. Reproduce el cuerno de la abundancia con flores y frutos de simbología religiosa. Anexo al santuario encontramos el Museo Sala de Mantos de Nuestra Señora de Gracia.
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